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InfoPasillo » EL PAÍS » 16 mar 2023

ECONOMIA

Tras el dato de inflación de febrero, el BCRA analiza una suba de hasta 5 puntos de la tasa de interés

El equipo económico reconoce los riesgos de no subir las tasas en un contexto de alta inestabilidad y expectativas desfavorables en el índice de precios.


El Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el Ministerio de Economía de la Nación evalúan aplicar una nueva suba a la tasa de interés de 5 puntos porcentuales. El debate se instaló entre los funcionarios luego de que se conoció el dato del 6,6% de inflación del mes de febrero. El tema se definirá en una reunión de directorio de la autoridad monetaria este jueves y el incremento llevaría la tasa de política monetaria de 75% anual a 80%, lo que implicaría una tasa efectiva anual de 117%, versus 107,5% actual lo cual, según los funcionarios, sería una suba acorde con el nivel de inflación reflejado por las estadísticas del INDEC.

En ese caso, el objetivo apuntaría a reforzar la contracción monetaria para mantener la estabilidad de las cotizaciones libres del dólar y evitar mayor presión sobre la brecha cambiaria.

Eso en el contexto de presión por parte del Fondo Monetario no sólo de sostener tasas reales positivas sino también de una exigencia de menor intervención oficial en los dólares paralelos dada la escasez de reservas. Sería, además, la señal que el mercado da por descontada aun cuando empiezan a llegar advertencias respecto de los costos que ahora implica subir la tasa.

Precisamente son los daños colaterales de la suba los que hacen dudar al ministro de Economía, Sergio Massa, y al titular del BCRA, Miguel Pesce, ambos reacios a tomar la decisión. En principio, el alza de 500 puntos básicos encarecería de manera inmediata la voluminosa deuda del propio Banco Central en pases y Leliqs, una bola de nieve que amenaza con volverse imparable. Por otro lado, obligaría al Tesoro a subir aún más la tasa en sus operaciones de financiamiento, lo que probablemente ocurra de todos modos dada la aceleración inflacionaria.

Ahora, el nivel de tasas ya es elevado y genera un alto costo para el Central en términos de pago de intereses de su propia deuda. Un nuevo incremento agrava el problema.

Con todo, tras dos registros seguidos con inflación en alza y expectativas de una nueva suba en marzo, no se les escapa a los funcionarios del equipo económico que volver a un escenario de tasas negativas, aun cuando el retroceso sea leve, en las puertas de la campaña electoral puede ser por demás riesgoso. Una suba de la tasa permite seguir dando aire a las apuestas al carry trade (aprovechar la tasa en pesos para cerrar una ganancia en dólares) para descomprimir cualquier presión dolarizadora que pudiera desatarse en un contexto de alta inestabilidad doméstica e internacional.

Sin embargo, parte los análisis que hacen en el equipo económico indican que “si no fuera por la carne”, la inflación de febrero se hubiera ubicado por debajo del 6% del mes anterior. De la aceleración de 2,3 puntos porcentuales de la inflación núcleo -que se ubicó en 7,7% en febrero-, 2 puntos son atribuibles al salto en el precio de la carne, advierten. Con ese dato en foco, afirman que tal vez no sea imprescindible una suba de tasa. Y remarcaron que el directorio nunca tomó la decisión de subir la tasa en base a un sólo registro, con lo que insinuaron que, al igual que el mes pasado, tal vez decidan dilatar un mes más la decisión, después de que se conozca el dato de marzo.

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