lunes 17 de junio de 2024 - Edición Nº-2803
InfoPasillo » EL PAÍS » 24 feb 2023

POLICIALES

Cuatro años de la desaparición del policía Arshak Karhanyan

El joven de 27 años compró una pala luego de conversar con un excompañero de la fuerza de seguridad, misteriosamente desapareció y su recorrido nunca pudo rastrearse.


El policía Arshak Karhanyan desapareció el 24 de febrero de 2019, cuando fue visto por última vez en una imagen de cámara de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, al salir de un local de la cadena Easy. Alrededor de su caso, un expediente que ya lleva cuatro años, hubo varias sospechas que podrían llevar a una línea de investigación, pero todas devinieron en elementos que no tuvieron un hilo conductor. 

La Policía porteña, la fuerza de seguridad que integraba Arshak desde 2015 en áreas de investigación y cibercrimen, fue señalada por la familia del joven, funcionarios y organismos de Derechos Humanos por irregularidades y “encubrimiento” en peritajes clave de la investigación. 

Una supuesta pelea con un jefe que desembocó en un traslado y una degradación de tareas, una participación “muy secundaria” en un peritaje del caso por la muerte del fiscal Alberto Nisman, y una conversación dudosa horas antes con un excompañero y amigo –también policía de la Ciudad–, el último en hablar con él según lo que pudo probarse, son los pocos datos que se vinculan al caso.

Karhanyan tenía 27 años al momento de su desaparición. Oriundo de Armenia, llegó con su familia a la Argentina en los años '90, cuando tenía seis años, y vivía solo en el barrio porteño de Caballito. Allí, en la vivienda de un edificio ubicado en Directorio al 900, dejó casi todas sus pertenencias ese domingo, excepto su arma, su placa y su billetera, luego sacó dinero de un cajero automático y compró una pala. Eso es todo: nadie logró reconstruir el camino que hizo después. 

Desde hace algunos meses los letrados de la Secretaría de Derechos Humanos representan a la familia, rol que antes ejercía el abogado Juan Kassargian. 

El testimonio de Leonel Herba, compañero de Arshak y la última persona que lo vio con vida

Leonel Herba es policía de la Ciudad de Buenos Aires y había sido compañero de trabajo de Arshak Karhanyan en la División Exposiciones, antes de que el joven fuera trasladado a la comisaría 7-B de la calle Valle al 1454. Ese domingo 24 de febrero, entre las 12.46 y las 13:23, lo visitó en la puerta del edificio en que vivía Arshak apenas unas horas antes de su desaparición. 

En los videos que pudieron recuperarse de las cámaras de seguridad de la zona se ve cómo ambos conversan. Herba le muestra y le hace escuchar a Arshak algo desde su celular, y toda la secuencia ocurre en la vereda. Quienes analizaron esas imágenes mencionan que se percibe incomodidad en el trato entre ambos. 

El colega de Karhanyan declaró cuatro veces en la causa en calidad de testigo. Cuando le pidieron su teléfono celular para ver lo que le había mostrado a Arshak y la conversaciones que mantuvieron, Herba explica que tiene problemas recurrentes con su pareja por celos y que, por costumbre, borra todas las conversaciones de manera automática. 

Vivían a cinco cuadras. Esa tarde, dijo en sus declaraciones, llamó por Whatsapp a Arshak y le pidió que bajara porque quería contarle algo. Durante esos casi cuarenta minutos, según su versión, le contó que había empezado a pagar un plan de ahorro para comprarse un auto 0 kilómetro, y de eso hablaron. 

Cuando termina ese encuentro, Herba se va. Arshak entra a su casa, pasan apenas unos minutos y sale del edificio sin sus dos teléfonos celulares. Sale con su arma, su placa policial y su tarjeta de débito. Va a un cajero automático a sacar dinero, y se dirige al supermercado. Lo llamativo es, además, lo que compra: una pala. Se lo ve retirarse del local con el objeto en la mano primero y guardarla en su mochila después. Y esa es su última imagen. “Mira para un lado, mira para el otro, como si estuviera buscando a alguien. A partir de ahí se le pierde el rastro y no se lo ve nunca más”, detalla el funcionario. 

El oficial Herba es la última persona que tuvo un intercambio con él. Desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación lo consideran el principal sospechoso y creen que debería haber sido citado a declaración indagatoria e imputado en la causa. El juez Baños rechazó ese pedido y argumentó que no había elementos suficientes para hacerlo. 

Cuando se le interviene el teléfono a Herba como parte de la investigación, se registra un diálogo que tiene con su pareja, de apellido Soto, en el que ella está enojada y lo insulta, y entre otras cosas le dice algo como ‘y a vos que te buscan por hacer desaparecer gente, yo no te voy a cubrir más’”. Ahí a ella la llaman a declarar. Ante la fiscalía relativiza todo y dice que estaba muy enojada, que en esos casos lo amenaza y dice cualquier cosa, pero que no tiene nada para aportar a la investigación y que lo que dijo no es real.

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