El femicidio ocurrió en la vivienda que ambos compartían en el barrio San Martín, de la localidad cordobesa de Alta Gracia, donde se halló el cuerpo de la mujer, de 36 años, que también era miembro de esa fuerza de seguridad, y que recibió tres disparos en la cabeza y uno en la mano.

Mientras tanto, el oficial de 40 años fue encontrado en el cementerio La Paloma, adonde se habría dirigido inmediatamente después de consumar el femicidio para quitarse la vida junto a la tumba de su padre.

De acuerdo a lo informado por los medios locales, los policías tenían hijos en común y la mayor de ellos habría sido testigo del femicidio.

El fiscal de turno en la ciudad cordobesa de alrededor de 50.000 habitantes, Alejandro Peralta Otonello, caratuló la causa como “muerte de etiología dudosa” hasta tener el resultado de las pericias. “Sin descartar ninguna hipótesis de investigación, aparentemente se trataría de un homicidio seguido de suicidio”, adelanta el documento emitido por el funcionario judicial.

Además, el informe detalla que tanto la víctima como su victimario integraban la departamental Santa María y que no existirían denuncias por antecedentes de violencia.

“Se mantuvo la inalterabilidad de las escenas requiriéndose cooperación a los gabinetes científicos de Policía Judicial. Además, trabajó personal policial de la departamental. Las actuaciones se encuentran secretas hasta que se avance con los resultados de las medidas probatorias ordenadas y con ello se pueda confirmar o no la hipótesis señalada”, precisó el fiscal.