sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº-2752
InfoPasillo » INTERNACIONAL » 22 dic 2017

Los separatistas mantienen el poder tras las elecciones regionales en Cataluña


BARCELONA — Los partidos separatistas catalanes se encaminaban el jueves a mantener una mayoría en las elecciones regionales del jueves, de acuerdo con los resultados oficiales casi totales de la votación, en lo que parecía ser una reivindicación de una campaña independentista que ha dividido a la región y amenazado con fracturar a España.

Si se confirma, el resultado sería un revés significativo para el presidente español Mariano Rajoy, quien invocó poderes de emergencia, destituyó al gobierno catalán y tomó el control administrativo de la región autónoma después de que los legisladores separatistas declarasen su independencia en octubre.

Rajoy convocó elecciones con la esperanza de reorganizar la plataforma política y calculó que los votantes catalanes castigarían a los líderes separatistas que provocaron la peor crisis constitucional del país en décadas.

Pero su apuesta parece no haber rendido frutos. Los tres principales partidos separatistas ganaron 70 de los 135 escaños en el parlamento catalán, con el 85 por ciento de los votos contados. Después de meses de disputas, Rajoy, Cataluña y de hecho toda España vuelve a quedar cerca del punto donde comenzó la crisis.

Peor aún, Rajoy ha quedado herido políticamente después de haber perdido su apuesta de que una mayoría suficientemente grande de catalanes se uniría a su llamado a la unidad española para acabar con el desafío separatista.

Por el contrario, el Partido Popular de Rajoy resultó castigado, ya que la mayoría de los votos unionistas fueron dirigidos a Ciudadanos, un partido rival del que Rajoy ya depende para mantener vivo su gobierno en Madrid. Según los resultados parciales, el Partido Popular iba en camino de ganar solo tres escaños, lo que lo convertiría en el menos votado entre los principales partidos.

La campaña electoral también ha contribuido a endurecer las posiciones de todos los bandos en pugna: entre el gobierno central en Madrid y Cataluña, así como entre unionistas y separatistas.

“Este resultado no hace nada para resolver el conflicto, sino que refuerza a los extremistas de ambos lados”, dijo Elisenda Malaret García, profesora de derecho administrativo de la Universidad de Barcelona.

Aunque los partidos separatistas parecían encaminados a lograr una mayoría, más estrecha aún que la frágil mayoría que ya tenían en el último parlamento regional, la votación reflejaba claramente una Cataluña dolorosamente dividida.

La región, que incluye a Barcelona, el epicentro del próspero sector turístico de España, ha albergado deseos de independencia basados en un idioma y una cultura distintivos durante generaciones.

El punto muerto actual en el que se encuentra la región ha inquietado no solo a España, sino también a sus vecinos de la Unión Europea, muchos de los cuales temen sus propios conflictos separatistas en un momento de auge de los populismos y nacionalismos. Casi ningún político fuera de Cataluña ha apoyado el impulso independentista.

Pero incluso los separatistas son un grupo fraccionado y ya han luchado en el pasado para ponerse de acuerdo. En las últimas semanas, después del fallido impulso independentista en octubre, sus desacuerdos se han vuelto más profundos.

Los partidos separatistas ahora pueden verse enfrentados a una difícil ronda de negociaciones para decidir quién debería dirigir el gobierno catalán y cómo volver a encarrilar su proyecto independentista.

Los líderes de los dos principales partidos separatistas hicieron campaña desde fuera de Cataluña —uno, desde la prisión de Madrid; el otro, desde un exilio autoimpuesto en Bélgica— y ambos enfrentan un proceso por rebelión después del intento de declarar la independencia unilateral a finales de octubre.

Tal vez la sorpresa más grande de la elección fue la fuerte demostración del partido recientemente renovado de Carles Puigdemont, el destituido presidente de Cataluña, que se encaminaba a ganar 33 escaños en el próximo parlamento regional, uno más que Esquerra Republicana, el otro partido separatista principal.

Puigdemont reapareció en Bélgica hace casi dos meses, de donde se ha rehusado a volver a España para ser procesado por el delito de rebelión. El líder de Esquerra, Oriol Junqueras, espera que comience su juicio en una cárcel de Madrid.

A reserva de conocer el resultado final, la votación del jueves indica que “el gobierno español no puede seguir ignorando el hecho de que una mayoría de catalanes rechazó la intervención de Rajoy en Cataluña y quieren un referéndum independentista”, dijo Carles Campuzano, un legislador del partido de Puigdemont.

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