jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº-2750
InfoPasillo » INTERNACIONAL » 25 oct 2017

ASESINARON CON UN COCHE BOMBA A DAPHNE CARUANA GALIZIA, UNA DE LAS PERIODISTAS DE LOS "PANAMÁ PAPERS

El asesinato de la periodista más implacable de Malta saca a la luz ‘algo oscuro’


El estallido de la bomba plantada en el Peugeot rentado de la periodista de investigación más famosa de Malta fue tan intenso que a los policías que llevaron a cabo las pesquisas les tomó cuatro días recolectar las partes del cuerpo y los restos esparcidos en los campos abrasados por el sol al lado del camino.

Sin embargo, dar con el rastro de los posibles sospechosos que le guardaban rencor a la víctima, Daphne Caruana Galizia, llevará más tiempo.

“Es una lista muy larga”, dijo en una entrevista el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, uno de los muchos blancos de la periodista. “A mí me criticaba duramente”.

La lista de personas a quienes Caruana Galizia enfureció por su prolífico trabajo como periodista en esta pequeña nación isleña del Mediterráneo incluye a varios miembros del Partido Laborista, que está en el poder, así como al líder de la oposición de centroderecha.

En la lista también están el presidente de Azerbaiyán y su familia, los ejecutivos de una empresa china que fabricaba equipos eléctricos, magnates extranjeros de la droga, un banquero nacido en Irán y personas con actividad en paraísos fiscales como Panamá y las Islas Vírgenes Británicas.

En algún momento todos ellos fueron blanco de las indagaciones de Caruana Galizia en los puntos débiles del país más pequeño de la Unión Europea, una nación que presume de ser la economía con el crecimiento económico más rápido de Europa, pero que se ha visto asolada por seis coches bomba en los últimos dos años, todos ellos casos sin resolver.

Que un país que ha tenido tanto éxito en varios aspectos pueda ser el escenario de un asesinato tan macabro y brutal en un pintoresco camino a solo media hora en auto de la capital, La Valeta, ha dejado a muchos preguntándose qué ha salido mal.

Ante la falta de evidencia contundente, los malteses se aferran a coincidencias disparatadas y teorías conspiratorias.

El asesinato ocurrió exactamente cinco años después de la destitución de un exfuncionario sénior de la Unión Europea, el antiguo comisionado de Salud caído en desgracia John Dalli. El asesinato, dijo Dalli, “no tuvo absolutamente nada que ver” con sus propios problemas.

Dalli era otro blanco frecuente de los artículos de Caruana Galizia —“Todo lo que escribió sobre mí es mentira”, dijo— y otra persona privilegiada con muy buenas conexiones que, a pesar de detalladas acusaciones de corrupción en su contra, nunca ha sido procesado en Malta.

En diciembre presentó ante la policía una demanda por acoso contra Caruana Galizia, y dijo que se “enojó muchísimo” cuando se enteró de que la habían matado. “En esencia eliminó mi oportunidad de exculparme de todo lo que dijo sobre mí”, comentó.

Justin Borg-Barthet, un experto en leyes maltés que enseña en la Universidad de Aberdeen, en Escocia, dijo que el sistema judicial, elaborado durante el dominio colonial británico, se ha erosionado tan continuamente por la injerencia de la política y la restructuración constante de los dirigentes de la policía que prácticamente nadie espera que se haga justicia en el caso de la periodista asesinada.

“La confianza no funciona como un principio constitucional confiable cuando la gente no es confiable”, dijo.

Caruana Galizia, quien tenía 53 años, contaba con información privilegiada de ese mundo. “Ahora hay criminales por donde mires. La situación es desesperada”, escribió en la última entrada de su blog la tarde del 16 de octubre, solo media hora antes de salir de su casa en auto para hacer algunos pendientes y terminar despedazada por la explosión.

El bombazo pasmó a Malta, donde los criminales conocidos a veces se atacan entre sí pero por lo general las calles son seguras y la violencia en contra de figuras públicas es extremadamente rara. También causó un estremecimiento por toda la Unión Europea, que aceptó a Malta como miembro en 2004 y que, en un momento de profunda desilusión con el “proyecto europeo” en el Reino Unido y otros lugares, a menudo presenta el éxito económico del pequeño país como un ejemplo de la manera en que Europa puede funcionar.

Christian Peregin, fundador de un sitio de noticias en línea llamado Lovin Malta y admirador de la fallecida periodista, dijo que su asesinato ha expuesto una realidad que Caruana Galizia pasó décadas tratando de destapar; una misión que la hizo acreedora de una larga lista de enemigos y montones de demandas por difamación.

Uno de quienes la demandaron este año —y logró que una corte congelara sus cuentas bancarias— es el ministro de Economía de Malta, a quien enfureció con un reportaje publicado en febrero donde decía que se lo había visto junto con un ayudante en un burdel en la población alemana de Velbert. El ministro, que estaba en Alemania por asuntos gubernamentales, insistió en que había asistido a una conferencia a la hora en que se le vio según el reportaje.

“Por debajo de la fachada de una nación europea exitosa y adinerada, hay algo más oscuro”, dijo Peregin. “Malta está entre Europa y África del Norte. Hablamos inglés y tenemos tradiciones muy inglesas, pero también hablamos maltés —básicamente una mezcla de árabe e italiano— y nuestra psique nacional siempre está de alguna forma entre estos dos mundos muy diferentes”.

A su vez, esta separación ha ayudado a moldear y endurecer una división política profunda y a menudo pasional entre el Partido Laborista, que Caruana Galizia aborrecía, y el Partido Nacionalista. Apoyaba a los nacionalistas hasta que llegó un dirigente a quien ella describió como compinche de los criminales, dado su trabajo anterior como abogado de clientes malteses que, según ella, administraban una red de prostitución en Londres.

El dirigente del Partido Nacionalista, Adrian Delia, estaba tan enfurecido con los artículos de Caruana Galizia —que incluían detalles de una cuenta bancaria secreta que él controlaba fuera de la isla—, que interpuso cuatro demandas por difamación en contra de ella.

Delia retiró los cargos después del asesinato y ahora trata de posicionarse como su defensor, exigiendo que el primer ministro, Muscat, renuncie y asuma la “responsabilidad política” por el coche bomba.

Saviour Balzan, un editor veterano y adversario por mucho tiempo, dijo que Caruana Galizia era una “esnob despreciable” que se alegraba ridiculizando a la gente que consideraba inferior, en especial a quienes apoyaban al Partido Laborista.

Cuando el exdirigente del partido Dom Mintoff murió a los 96 años en 2012, Caruana Galizia se regocijó con su muerte: “Gloria, gloria, aleluya… que te pudras en el infierno”, escribió en su blog, llamado Running Commentary, .

Despertaba emociones tan intensas que su asesinato incluso provocó vítores en algunos círculos. Ramon Mifsul, un policía a quien en su blog había descrito como un borracho habitual en bares y clubes para caballeros, celebró el asesinato con una publicación en su página de Facebook: “Todos obtienen lo que se merecen, pedazo de mierda”. Cuando lo suspendieron de la policía, rápidamente borró el mensaje.

“Ciertamente era la mejor periodista de investigación que ha habido en Malta. Sin embargo, en ocasiones escribía como si fuera redactora de un tabloide, y no siempre seguía los estándares periodísticos normales”, dijo Ken Mifsud Bonnici, un consejero legal maltés de la Comisión Europea en Bruselas, hablando a título personal. Aun así, añadió: “No se mata a la gente por publicar mentiras”.

Con una confianza tan baja en la policía, los representantes de los principales medios de la isla presentaron una solicitud ante una corte en La Valeta para exigir que cualquier información que encuentren los investigadores en la computadora y el teléfono de Caruana Galiza en relación con sus fuentes se mantenga en secreto para proteger su seguridad.

“Cuando una periodista líder —una institución— es asesinada y no siempre tienes fe en el sistema judicial, todos se convierten en sospechosos”, dijo Peregin. “Todos estamos asustados porque no tenemos idea de quién la mató.

“Pudo haber sido cualquiera contra quien ella escribió en los últimos 30 años, o puede ser un mensaje para la prensa o el gobierno maltés: cuiden su cabeza y acepten lo que exigimos o haremos algo peor”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS

GALERÍA DE IMAGENES