Durante las oraciones del Yom Kipur en la sinagoga Heaton Park, en el barrio de Crumpsall en Manchester, un hombre embistió con su coche a peatones y luego atacó con un cuchillo a fieles que se encontraban reunidos. La policía intervino rápidamente y abatió al sujeto. 

Las autoridades confirmaron que dos personas fallecieron y al menos tres resultaron gravemente heridas por arma blanca o el impacto del vehículo.  El ataque generó una rápida declaración de “incidente mayor” por parte de la Policía del Gran Mánchester y el despliegue de patrullas adicionales alrededor de sinagogas en toda la región. 

El primer ministro británico, Keir Starmer, regresó de un viaje europeo para presidir una reunión de emergencia del comité de seguridad y condenó el episodio, calificándolo como “horrible” especialmente por haber ocurrido en el día más sagrado del judaísmo.  También se informó que el agresor pudo haber llevado un artefacto sospechoso en su poder, lo que obligó al accionar de unidades especializadas. 

La comunidad judía local, aún en estado de conmoción, fue evacuada y puesta bajo protección. Este ataque se suma a una oleada creciente de incidentes antisemitas en el Reino Unido, lo que intensifica el debate sobre la seguridad de lugares de culto y la prevención del extremismo.