El presidente Javier Milei proyecta reunirse con Donald Trump durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en lo que se interpreta como un intento por conseguir apoyo político externo y generar confianza financiera en medio de crecientes turbulencias cambiarias en Argentina. En el Gobierno consideran que dicha bilateral puede ser una herramienta para estabilizar los mercados. 

Entre los objetivos de la delegación oficial se encuentran: lograr respaldo económico de los EE.UU., negociar mejores condiciones arancelarias para los productos argentinos, y avanzar en el plan de exención de visas para ciudadanos nacionales, con el fin de fortalecer lazos internacionales que favorezcan el comercio y los viajes. 

En el plano doméstico, la tensión cambiaria es cada vez más evidente: el dólar oficial aumentó hasta $1.515 para la venta en el Banco Nación, reflejando tanto demanda creciente como desconfianza de inversores, lo que presiona sobre los precios internos e incrementa la incertidumbre económica. 

Más allá de lo diplomático, Milei apuesta a mostrar capacidad de gestión global, ante un contexto que exige señales claras de credibilidad. La estrategia oficial gira en torno a contener crisis interna, asegurar respaldo externo e intentar recuperar el pulso de los mercados, comenzando con la bilateral con los Estados Unidos.