Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) reveló que en 2024 los aportes personales y las contribuciones patronales en Argentina alcanzaron el 34,6 % del costo laboral total, ubicando al país en el tercer lugar entre 39 economías estudiadas. Solo Austria (35,7 %) y Francia (35 %) lo superan. El promedio de la OCDE es mucho menor, del 21,6 %. 

El estudio precisa que los aportes personales (los que paga el trabajador) equivalen al 13,4 %, casi el doble del promedio de la OCDE, que es del 8,1 %. En ese ítem, Argentina ocupa el puesto séptimo. En cambio, las cargas patronales llegan al 21,2 %, frente a un promedio de 13,4 % en los países de la OCDE, lo que coloca al país en el décimo lugar. 

En relación al impuesto a las ganancias, el informe señala que para un trabajador con salario promedio la carga es nula, ya que ese haber se encuentra por debajo del mínimo para ser alcanzado por el tributo. Esa situación se mantuvo incluso después de la reforma de la Ley de Bases. 

Al sumar todos los componentes (aportes personales, contribuciones patronales e impuesto a las ganancias) se obtiene la llamada “cuña fiscal”, que mide cuánto del costo laboral total va al Estado en lugar de lo que recibe el trabajador neto. En ese índice, Argentina queda por debajo del promedio de la OCDE y en el puesto 26 de los 39 países relevados.