Justicia e investigación
Descubren al asesino de Eva Blanco, hallada muerta tras salir a bailar en Madrid
Un rigoroso análisis genético resolvió un femicidio ocurrido en 1997: una adolescente fue asesinada con 20 puñaladas. El sospechoso murió en prisión antes del juicio.
L.G.Braga
Una alerta policial sacudió a España en 1997 cuando el cuerpo de una adolescente de 16 años, identificada como Eva Blanco, fue hallado en las afueras de Madrid tras salir a bailar. La joven había sufrido 20 puñaladas —19 en nuca y espalda, una en un dedo— y presentaba signos de agresión sexual. A pesar de las múltiples hipótesis, el caso permaneció irresuelto durante casi dos décadas.
El avance decisivo llegó en 2013, gracias a técnicas modernas de genética forense que analizaron ADN hallado en la escena. Los rastros indicaron que el perfil correspondía a un hombre de origen magrebí, lo que dirigió los esfuerzos hacia una familia residente en la zona de Algete. Un hermano del presunto acusado aportó una muestra que coincidió en un 50 %, lo que bastó para identificar al responsable, aunque en ese momento ya vivía en Francia.
Según el expediente judicial, el sospechoso, Ahmed Chelh Gerj, fue detenido en 2015 durante un operativo conjunto entre la Guardia Civil española y fuerzas francesas. Había trabajado en construcción durante su estancia en España y formado familia en el país vecino. Su declaración incluyó una versión delirante: dijo haber sido secuestrado por desconocidos y obligado a masturbarse sobre el cadáver.
La extradición se concretó poco después, pero el acusado fue hallado muerto en su celda en mayo de 2016. La muerte fue registrada como un suicidio, cerrando el expediente sin que nunca llegara a ser juzgado. Para la familia de Eva, el hallazgo fue un alivio a medias: afirmaban que “al menos sabían quién fue”, aunque lamentaban que no se concluyera con una condena.
