La Ley “One Big Beautiful Bill”, promulgada por Donald Trump el 4 de julio, introduce una tasa de integridad de US$250 para todas las visas no inmigrantes. Esto eleva el costo de una visa tipo B‑1/B‑2 (turismo/negocios) de US$185 a un total de US$435.

Además de la visa de turista, el ajuste afecta a múltiples categorías: trabajo (H, L, O, P, Q, R) pasa de US$205 a US$455; inversionistas E pagarán US$565, y estudiantes o visitantes de intercambio (F, M, J) verán sus trámites subir de US$185 a US$435 más la tasa SEVIS de entre US$220 y US$350.

La tasa de integridad podría ser reembolsable si el viajero sale del país dentro de los cinco días posteriores a la expiración de la visa y demuestra cumplimiento de las normas migratorias . La medida busca disuadir violaciones de estadía y se ajustará anualmente según el IPC.

Organizaciones que defienden derechos de migrantes calificaron la medida como “uno de los marcos migratorios más restrictivos en términos financieros en la historia moderna”, advirtiendo que encarecerá el acceso, especialmente para estudiantes, familias y turistas.