jueves 03 de julio de 2025 - Edición Nº-3184
InfoPasillo » EL PAÍS » 26 jun

El beso de Lali Espósito a Milei


Por:
Pablo Quiroga

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Audio 1

Carlos, vos sabés que yo soy apolítico. No entiendo nada de nada. Cada dos años voy, voto, y decido ahí en el momento. No sé lo que es un superávit, qué son las reservas, ni entiendo eso de “la deuda externa más grande de la historia de los países” y todas esas cosas. Yo miro la tele, leo un poco los diarios, chusmeo las redes sociales, y así más o menos me entero de cómo viene la mano.

Encima ahora con esto de la IA —una locura, Carlos, inteligencia artificial, me siento dentro de una película de Schwarzenegger— hacen videos y memes con los que me meo de risa. El otro día vi uno de Lali Espósito chapando con Milei. Obvio que me di cuenta que era trucho, o fake, como dicen ahora. ¡Mirá si semejante minón le va a dar bola a Milei!

Pero bueno, a lo que iba: no sé qué pensarás vos, pero viste que al final a Cristina Kirchner la terminaron condenando. Te juro que me mareó todo este berenjenal. Esta causa, la de Vialidad, la llamaron así porque el que arrancó con la denuncia fue Javier Iguacel, que lo había puesto Macri al frente de Vialidad Nacional cuando arrancó su gobierno.

El tipo denunció supuestas irregularidades en obras públicas de Santa Cruz: adjudicaciones a dedo para las empresas de Lázaro Báez, sobreprecios, redeterminaciones millonarias, atrasos, pagos por adelantado… Más claro: le daban las obras a Báez y él, supuestamente, devolvía el favor con guita. Y te digo “supuestamente” porque, en todo el juicio, eso no se pudo comprobar, al menos que esa guita haya pasado a manos de Cristina, no le encontraron ni una cuenta.

Capaz no seguiste el caso, con todo este quilombo de las importaciones, los insumos y demás, seguro tenés la cabeza en la fábrica de tornillos. Y yo te salgo con esto. Pero bueno, para mí esto fue como una serie de Netflix. Cuando te aburras, poné pausa y después seguís.

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Audio 2

Corté un toque porque llamaron del colegio de los pibes. Tengo una deuda chica ahí. Se me complicó desde que mi vieja se enfermó y la estoy bancando yo solo. Entre los remedios (todos taka taka), los servicios y la mar en coche, se me fue la economía de las manos. Aparte, viste cómo es esta gente: todo quieren al día. ¡Paráaa! Que cobre la quincena en dólares y te pago, jajajaja.

Bueno, vuelvo. Cuando tiran esta denuncia por las obras públicas en Santa Cruz, la justicia provincial ya la había descartado. Decían: "No se evidencian deficiencias constructivas de relevancia (...)" y que "los desajustes en las certificaciones de obra no se consideran relevantes en relación a la magnitud de los proyectos".

Pero esta nueva causa cayó en manos de un juez federal —no me acuerdo el nombre exacto, algo tipo "Manili", "Ercotini", qué sé yo— que después, junto a otros jueces, fiscales, espías y empresarios de medios, participó del famoso “viaje del lawfare” a la estancia de Joe Lewis en Lago Escondido. Les abrieron una causa, pero los sobreseyeron. Entre bomberos no se pisan la manguera, viste.

La causa arrancó medio a los tumbos, como borracho en pista de baile. Acusaron a Cristina de ser jefa de una asociación ilícita, pero nunca demostraron cómo funcionaba ni con qué estructura. Nombraron obras que nunca se adjudicaron durante su mandato, tomaron decisiones políticas como si fueran delitos penales, y hasta presentaron informes con fechas que no coincidían con los hechos reales.

Y cazate esta que te tiro: faltó la prueba indubitable. Pará, pará, que te lo traduzco —esto lo busqué con IA—: es una prueba tan clara, tan contundente, que no se puede discutir. O sea, como si salieras de un kiosco y el dueño dice que te afanaste un paquete de pastillas, te revisan y no tenés nada, miran las cámaras y no se ve nada, nadie te vio, pero igual el tipo insiste y te terminan metiendo en cana. Así, sin encontrarte el paquete de pastillas.

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Audio 3

¿Te das cuenta, Carlos? Decime si no es una serie de Netflix.

Pero esperá que hay más. A vos que te gustan los números y los datos, este juicio desafía las leyes de la probabilidad. Escuchá: de los 14 jueces que intervinieron en la condena a Cristina, 10 tenían vínculos directos con Macri y Clarín. Si tomás todos los funcionarios judiciales que podrían haber intervenido, la probabilidad de que justo te toquen 10 de 14 con esos lazos es de 0,000002118%. Una en 360 millones.

¡Es más probable que te caiga un rayo, que ganes el Quini 6 o que tires una moneda al aire y te salga cruz 28 veces seguidas! (Probalo si querés).

Y si a eso le sumás que ninguno fue apartado de la causa, sabiendo los vínculos que tenían… y, déjame dudar un poco.

Y mirá que yo no soy peronista. El kirchnerismo no me mueve un pelo, y La Cámpora tampoco. Pero si tengo que ser justo, con el pingüino no me fue mal. Igual, eso no tiene que ver con esta sensación que me quedó cuando la condenaron. Me hizo ruido. Porque si a Cristina, con el poder que supuestamente tiene, con gente que la banca y sale a la calle, con reconocimiento internacional... si a ella la condenan sin una prueba indubitable, ¿qué nos queda al resto de los mortales?

Bueno, Carlos, te dejo. Esta semana voy a ver si me doy una vuelta por el club a comer algo. Se me complica porque llego fusilado. Estoy haciendo unas horitas de remise. Salgo de la fábrica y me subo al auto. Esos mangos me vienen bárbaro. Con un kilito y medio de milas de pollo, las fieras comen felices, jajaja.

Pero voy a tratar de no bañarme así no me pega el bajón, me vas a tener que aguantar así con olor a remisero jajajaja, ¡abrazo grande!

 

                                                                                                                                              Pablo Quiroga

 

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