Horror en Pilar: hallan restos calcinados en una casa
La desaparición de una mujer de 65 años terminó con un estremecedor hallazgo en el partido bonaerense de Pilar: la policía encontró restos óseos quemados dentro de una bolsa de consorcio en el interior de su vivienda. El principal sospechoso es Franco Rubén Giménez, su pareja 35 años menor, quien permanece prófugo.
La investigación comenzó el jueves por la noche, cuando una sobrina de Claudia Sack decidió acercarse hasta su casa, ubicada sobre la calle El Jilguero al 100, preocupada porque hacía más de dos semanas que no sabía nada de su tía. Al llegar, se topó con Giménez, de 30 años, quien le aseguró que Claudia se había marchado a Córdoba.
Pero algo no cerraba. Al intentar llamarla por teléfono, la sobrina descubrió que el celular de Claudia sonaba… desde el bolsillo del propio Giménez. Al verse descubierto, el hombre escapó corriendo y desapareció. Inmediatamente, la joven alertó al 911.
Cuando la Policía Bonaerense ingresó al domicilio, se encontró con una escena espeluznante: entre la basura, en una de las habitaciones traseras, había una bolsa que contenía restos humanos quemados. Aunque aún resta el análisis de ADN para confirmar la identidad, los investigadores no tienen dudas de que se trata de Claudia Sack.
La causa está a cargo de la fiscal María José Basiglio, titular de la UFI especializada en Violencia de Género de Pilar, quien ya ordenó la detención de Giménez y caratuló el expediente como femicidio.
Un perfil violento
Franco Rubén Giménez no es un desconocido para el sistema judicial. Tiene al menos tres antecedentes recientes por hechos de violencia. En junio de 2023 fue denunciado por resistencia a la autoridad tras un altercado en un hospital público. En diciembre del mismo año, una ex pareja lo acusó por violencia doméstica, y en febrero de 2025 su propia sobrina lo denunció por amenazas.
Aunque no tiene empleo registrado ni actividad impositiva declarada, Giménez percibe una pensión por epilepsia. De origen cordobés, se cree que podría haber huido hacia la provincia de Córdoba, donde tiene antecedentes de residencia en la ciudad de Río Cuarto.
Una mujer invisible para el sistema
Claudia Sack vivía sola y trabajaba como empleada de limpieza en edificios de la empresa ARCA. No estaba jubilada, pese a su edad. Sus vecinos dijeron no haberla visto desde hacía más de dos semanas, pero pocos imaginaron que su ausencia escondía un crimen atroz.
Mientras se esperan los resultados de los peritajes forenses, las fuerzas de seguridad continúan la búsqueda del sospechoso. La Justicia apunta a reconstruir las últimas horas de vida de Claudia y determinar con precisión cuándo y cómo fue asesinada.