Con banderas, camisetas y gorros albicelestes, en medio de cánticos que celebraban la gesta de la “Scaloneta”, la gente empezó a congregarse desde las 15 en las principales esquinas de cada ciudad del territorio nacional. El festejo continuó hasta la madrugada.

Hubo gente en la cima de los carteles de las calles, en lo alto de los semáforos y en las copas de los árboles también se ubicaron personas que, desde las alturas, gritaron, festejaron, lloraron.