La jueza federal María Eugenia Capuchetti se apartó este miércoles de la investigación sobre el intento de magnicidio contra Cristina Kirchner, poco después de que los abogados de la vicepresidenta insistieran con el pedido de recusación para desplazarla de la causa.

Capuchetti le delegó la etapa de instrucción al fiscal Carlos Rívolo, quien ahora deberá encabezar el proceso para reunir todas las pruebas vinculadas con el ataque perpetrado el 1 de septiembre.

Según se informó, la magistrada tomó la decisión ante el pedido de recusación que más temprano presentaron los abogados de Cristina Kirchner ante la Sala I de la Cámara Federal porteña.

Los letrados que representan a la ex presidenta, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, reforzaron sus cuestionamientos contra la jueza en un tribunal de segunda instancia, pero también se presentaron en la audiencia que convocó el camarista Leopoldo Bruglia, miembro de la sala primera de la Cámara Federal porteña.

Es que Bruglia resultó sorteado para resolver el primer planteo que los abogados de Cristina Kirchner realizaron contra la magistrada.

La vicepresidenta apuntó públicamente contra Capuchetti, al denunciar buscó paralizar y “boicotear” la investigación ante las pruebas que podrían vincular el episodio con sectores políticos.

Capuchetti rechazó esas acusaciones y advirtió que “la presunta parcialidad alegada por la querella no vislumbra correlato alguno con los datos objetivos” recabados en su pesquisa.

“Se fueron llevando a cabo distintas diligencias, entre ellas 61 declaraciones testimoniales, 17 allanamientos, se libraron exhortos nacionales e internacionales, se ha solicitado colaboración a organismos de índole internacional’', repasó.

Capuchetti decidió correrse de la investigación para afrontar el pedido de recusación que promovió Cristina Kirchner, para así garantizar la validez de sus actos.