​Eran las 5.16 de la mañana de este miércoles cuando este mensaje llegó a los celulares de un grupo de WhatsApp de vecinos de Ciudad Evita. Uno de ellos, Marcelo, de 66 años, fue hasta la casa de Nilda Alejandra Masso. Vivía sola, era la enfermera del barrio. A las 7 de la mañana, agentes del Comando de Patrullas entraron a la casa: estaba muerta, con signos de haber sido ahorcada, sobre su cama.

Masso tenía 75 años y vivía sola en su casa de Ciudad Evita, partido de La Matanza. Este miércoles fue hallada muerta, maniatada sobre su cama, con evidentes signos de violencia. Su casa era todo desorden, por eso se investiga un robo.

Un vecino recibió un alerta de un chat vecinal y fue hasta la casa de Nilda. La llamaban, pero no respondía. Otra vecina se acercó, tenía llaves de la vivienda y así pudieron entrar, con los agentes del Comando de Patrullas que ya estaban en el lugar. Enseguida notaron el desorden y cuando llegaron a la habitación encontraron el cuerpo de la mujer, tendido sobre la cama.

A media mañana, el barrio ya era todo conmoción y tristeza. Los vecinos conocían y querían mucho a "Ale", como le decían. La inseguridad es, como en tantos otros puntos del Conurbano y del país, un tema caliente y clave. Y enseguida comenzaron a juntarse los antecedentes, para nada lejanos, de hechos similares. "Basta de inseguridad en Ciudad Evita", dice un cartel, colgado de las rejas de una de las casas vecinas a la de Masso. El ruego ya estaba ahí, como un aviso sin efecto.

Una cámara de seguridad detectó a los asesinos. Se los ve irse caminando a las 5.38 de la mañana, sin paso apurado y con bolsos y mochilas. Interviene en la investigación el fiscal de homicidios de La Matanza Gastón Duplaá, quien dispuso que la Policía Científica bonaerense tomara huellas en el lugar.

 Al momento, no hay detenidos por el homicidio.