Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, responsabilizó hoy al ahora desplazado jefe del operativo de seguridad por los incidentes y la represión policial en el ingreso al partido entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca Juniors, en los que murió una persona y hubo al menos un centenar de heridos.

"La policía resolvió la situación de la peor manera", dijo el funcionario del gobierno de Axel Kicillof en la mañana de este viernes 7 de octubre . Y volvió a culpar al club platense por la sobreventa de entradas. “No soy responsable de lo que pasó”, aseguró.

El ministro apuntó a que se imprimieron entradas falsas y que no eran las provistas por las AFA y cuestionó a quienes dejaron entrar a la cancha a gente sin entradas oficiales. "El sistema está creado para que nada funcione", criticó.

Para el funcionario el principal responsable sobre el "ingreso por izquierda a la cancha" es el club y que eso es lo que genera desmanes. “No tengo ninguna duda de que la organización sobrevendió y regaló entradas que superaban ampliamente la capacidad del estadio. Por cada entrada oficial se había vendido había 20 de protocolo que no importa si las vendieron u organizaron, el club autorizó a que ingresaran”, sostuvo Berni.

El ministro de Seguridad bonaerense admitió el mal accionar de la policía provincial: “En ese querer entrar empezaron los disturbios y la Policía resolvió de la peor manera. El responsable es el jefe del operativo de seguridad y el supervisor del operativo de seguridad. No tengo ninguna duda”, remarcó.

"La principal responsabilidad del ingreso al estadio es el estadio", enfatizó. El jefe de operativo dio la orden de que se cerraran las puertas del estadio porque no entraba una persona más, pero "estuvo mal resuelta la situación". "Es una muerte que debería haberse evitado", acusó.

Esta sobreventa, para el funcionario, tiene que ver con el interés de recaudar fondos para viajar el mundial de Qatar 2022 y señaló que detrás de esto están las barras.

"Estoy totalmente convencido de la incompatibilidad de la política con la dirigencia del fútbol", subrayó. "Hay un sistema muy aceitado para que esto ocurra y quede impune", destacó.