Una pareja fue detenida acusada de matar a golpes a un bebé de un año y ocho meses, hijo de la mujer, en la localidad de Pontevedra, partido de Merlo.

El hecho, que se conoció este lunes, ocurrió el domingo, poco antes del mediodía, en una casa ubicada en las calles Onelli y Uruguay, del barrio Villa Espada, de Merlo, en la zona oeste del conurbano.

De acuerdo a la información suministrada por los voceros policiales, el pequeño Enzo Uriel Domínguez fue trasladado ya fallecido al Hospital Materno Infantil de Pontevedra por su madre y la pareja de ella.

En ese mismo momento la pareja quedó detenida. Es que los médicos comprobaron que el niño presentaba diversas lesiones en el cuerpo que le provocaron la muerte. Ante esa evidencia, decidieron dar aviso al 911.

De acuerdo a la causa que investiga el fiscal Oscar Marcos, de Morón, fue la madre del niño quien le dijo a la Policía que su pareja golpeó a su hijo porque "lloraba mucho. Estaba cansado de escucharlo llorar", dijeron los voceros.

No obstante, tanto ella como el hombre quedaron detenidos e imputados por homicidio por el fiscal de la en Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Morón, aunque aún no declararon.

De acuerdo a la autopsia, el niño sufrió "múltiples golpes en el cuerpo y una severa hemorragia interna que provocó un paro cardiorrespiratorio", dijeron los voceros.

Acusaciones entre ambas familias: “El nene siempre tenía algún golpe y ella decía que se había caído del andador”

El aberrante crimen provocó acusaciones cruzadas entre ambas familias: tras la denuncia de la madre, allegados y amigos de Villarreal aseguraron que el joven era el único que se preocupaba por el chiquito pese a no ser su papá y responsabilizaron a la mujer por el crimen.

“Cada vez que venía con el nene, él siempre tenía algún golpe y ella decía que se había caído del andador. Siempre se caía del andador”, contó la hermana del acusado en un móvil de Crónica TV.

Y continuó: “Otra cosa que me molestaba es que ella primero comía y después le daba dos o tres cucharaditas al nene, que siempre estaba muy flaquito. Le tenía que dar de comer yo”.