Un ladrón murió de un balazo en la cabeza luego de que un comerciante le disparara tras verlo pasar por el frente de su local conduciendo la camioneta que minutos antes le había robado a un amigo junto a un cómplice, en la zona céntrica de Ramos Mejía.

Todo comenzó cerca de las 17 en la calle Garay al 300 de esa localidad del partido de La Matanza, cuando un hombre descargaba bidones de la caja de su camioneta Volkswagen Amarok y fue sorprendido por dos asaltantes armados que cruzaron la calle y tras amenazarlo, le sacaron un celular, dinero en efectivo y escaparon en el vehículo.

Tras sufrir el robo, la víctima se dirigió a pie hacia el comercio de un amigo ubicado en Avenida de Mayo y Agustín de Elía.

En esas circunstancias, ambos vieron pasar frente al negocio la camioneta robada y el comerciante, que es legítimo portador, salió a la calle, los apuntó y les gritó que pararan la marcha.

Los ladrones no se detuvieron, por lo que el hombre efectuó tres disparos, uno de los cuales impactó en la cabeza del delincuente que iba al volante, por lo que perdió el control de la camioneta y chocó contra tres vehículos estacionados en la vía pública.

Con su cómplice gravenente herido, el segundo ladrón bajó de la camioneta y escapó a la carrera con el teléfono y el dinero sustraído.

El asaltante fue trasladado de urgencia al hospital Paroissien de Isidro Casanova, donde ingresó con pérdida de masa encefálica y esta noche murió a raíz de las lesiones sufridas.

En el caso iterviene el fiscal José Luis Maroto, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 13 del Departamento Judicial de La Matanza, quien le tomó declaración testimonial al comerciante, pero no adoptó ningún temperamento legal al momento, al considerar que actuó en legítima defensa.

En las próximas horas, de acuerdo a fuentes judiciales, el funcionario enviará el expediente a la UFI Temática de Homicidios Dolosos.