En medio de las internas, cada vez más fuertes en el frente oficialista, Sergio Massa se reunió esta mañana con Cristina Kirchner en el Senado y tan pronto terminó ese encuentro, fue a ver al Presidente a la Casa Rosada.

El titular de la Cámara de Diputados y Alberto Fernández almorzaron juntos, según informaron fuentes oficiales, que se limitaron a informar que Massa había puesto al tanto al Presidente de “los avances” en el Congreso de los proyectos presentados por el Poder Ejecutivo. Massa dejó la casa de gobierno cerca de las 14:30.

Estos encuentros concadenados cobran especial relevancia por el contexto de extrema tensión en el frente de gobierno. Hace meses que Fernández y su vicepresidenta no dialogan, y el kirchnerismo duro envía fuertes mensajes contra la Casa Rosada. Las rispideces se agudizaron cuando el kirchnerismo tomó distancia del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde entonces, quienes responden a la vicepresidenta se muestran día a día más duros: están determinados a avanzar sobre el área económica del gabinete y presionan abiertamente para que Fernández desplace a una serie de funcionarios, con el ministro de Economía, Martín Guzmán, a la cabeza.

Ayer, el Presidente quebró su silencio frente a los cuestionamientos internos y salió al cruce del camporista Andrés Larroque, que había lanzado: “El Gobierno es nuestro”, en referencia al sector que encabeza Cristina Kirchner.

Larroque, elegido por el kirchnerismo como el portavoz de los ataques contra Guzmán y el resto del los funcionarios “albertistas”, llegó ayer a un punto extremo de provocación: “Tampoco es que Alberto se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz”, dijo. Fue entonces cuando el Presidente quebró su lógica de no contestar y le respondió: “Yo no soy el dueño del Gobierno; nadie lo es”.

Minutos después, el piquetero Luis D’Elía, quien el lunes compartió un acto con Alberto Fernández, acusó a La Cámpora de llevar adelante “un golpe”

Esta mañana quien ofició de vocero del Presidente fue el jefe de Gabinete, Juan Manzur, que había convocado a una reunión de ministros y, terminado ese encuentro, brindó una conferencia de prensa en la que advirtió que “a los funcionarios en el Poder Ejecutivo los define el presidente de la Nación”. Manzur evitó ahondar en el tema de las tensiones del Gobierno y dijo que hoy la prioridad es “bajar la inflación”.

La reunión del Gabinete duró cerca de tres horas. Fue la primera después de casi seis meses. El camporista Wado De Pedro llegó con más de una hora de retraso y no estuvieron Jorge Ferraresi ni Matías Lammens.

“Respecto a los comentarios y dichos de algunos referentes de nuestro espacio político, bueno, esto tiene que ver con la dinámica propia de un espacio político donde tenemos diferencias. A veces la expresamos de una manera; a veces, de otras, pero tampoco hay que darle mucha trascendencia”, dijo Manzur. “Dentro de nuestro espacio político hay distintas visiones que nosotros respetamos”, agregó. “No odiamos a nadie ni tenemos ningún tipo de odio. Respetamos las posturas, son lógicas y sanas”, agregó.

El ministro evitó hacer referencia directa a Cristina Kirchner pese a las reiteradas preguntas. “Si, por supuesto”, contestó cuando le preguntaron si en la Casa Rosada sienten el apoyo de los funcionarios ligados al kirchnerismo. “Cuando Cristina fue presidenta fuimos compañeros de trabajo acá con Jorge [Taiana] y hay muchos ministros que formaron de ese Gabinete. Hoy hay un muy lindo ambiente de coordinación, de un intercambio muy constructivo”, dijo Manzur.