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InfoPasillo » EL PAÍS » 10 mar 2022

POLICIALES

Le dieron pena máxima al hombre que violó y torturó a una mujer embarazada de ocho meses

Ariel García fue condenado a prisión perpetua por el abuso sexual seguido de muerte, cometido con ensañamiento y alevosía, en concurso con el delito de aborto, en perjuicio de Carolina Estefanía Medina; el hecho ocurrió en Florencio Varela, en octubre de 2018.


Un hombre fue condenado a prisión perpetua por la violación seguida de femicidio de una joven embarazada de ocho meses que murió desangrada por graves traumas en sus órganos sexuales internos, en un hotel alojamiento de Florencio Varela, en octubre de 2018.

Se trata de Ariel Norberto García, quien fue condenado a la pena máxima por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Florencio Varela por el “abuso sexual seguido de muerte, agravado por haber sido cometido con violencia de género y por su comisión con ensañamiento y alevosía en concurso ideal con aborto” de Carolina Estefanía Medina, que tenía 25 años.

La víctima falleció por un “shock hipovolémico por trauma en la zona del periné” provocado por la introducción de un objeto que, con violencia, le “destruyó por completo el aparato reproductor, urinario y digestivo”, según consta en la autopsia ordenada por la Justicia. Se sospecha que García le habría infligido esas lesiones espantosas al introducirle el pico de una botella de cerveza que había pedido al servicio del hotel, pero que desapareció de la escena del crimen.

Una perito psiquiatra y una perito psicóloga que declararon ante el tribunal integrado por los jueces María Florencia Butiérrez, Jorge Franklin Moya Panisello y Raúl Agustín Sequeiros definieron a García como un sádico que sentía placer al causar dolor a las personas, informaron fuentes judiciales. Mientras que tanto el fiscal Dino Maistruck como el abogado querellante Rodrigo Raskovsky habían pedido que García recibiera la pena máxima, la defensa había solicitado que su cliente sea declarado no culpable por inimputabilidad y pidió, en consecuencia, que sea internado en un neuropsiquiátrico.

El juicio había comenzado el miércoles pasado con el testimonio de un empleado de mantenimiento del hotel “Susurros”, donde ocurrió el femicidio, y declaró que vio a García escaparse del albergue transitorio al mediodía del 13 de octubre de 2018 con las manos ensangrentadas. García escapó pasadas las 12.30 en un Ford Escort, llevándose por delante la barrera del estacionamiento del establecimiento situado en Humaitá 21 al 2100 entre Storni y Remedios de Escalada, de Florencio Varela.

Ante esa situación, los empleados del albergue fueron urgente a la habitación 10, que le habían destinado al sospechoso tres horas antes, a las 9.45. Al ingresar encontraron muerta a la joven, desnuda, con un embarazo avanzado, boca arriba y en medio de un charco de sangre que se extendía por debajo de su cuerpo, entre la cintura y los muslos, por lo que llamaron a la Policía.

La necropsia reveló que la víctima había sufrido un shock hipovolémico con lesiones traumáticas en la zona genital y abdominal. No tenía en ese momento ningún documento consigo, y solo pudo ser identificada dos días después, cuando su pareja se acercó a la comisaría 3ª de Florencio Varela para hacer la denuncia por averiguación de paradero.

Según las fuentes, el denunciante dijo que su mujer tenía un embarazo avanzado de ocho meses y que no la veía desde las 2 de la madrugada del sábado 13 de octubre de 2018, cuando le dijo que saldría “a comprar algo” y él se quedó descansando con los hijos de ella, que entonces tenían 6 y 8 años. Ante esa situación, los efectivos de la seccional lo contactaron con los investigadores del homicidio en el hotel Susurros.

El hombre fue trasladado a la morgue judicial y allí confirmó que la joven que murió de una hemorragia en el hotel era su pareja desde hacía un año. También reveló que la joven, que cursaba un embarazo casi a término, era adicta al paco. Los investigadores del caso no descartan que la eventual compra de sustancias ilegales haya sido el objetivo de la salida de la mujer a la madrugada y, quizás, lo que la llevó a cruzarse con García. Porque, según relataron fuentes del caso, en la escena del crimen se encontraron dos envoltorios de nailon negro que presumiblemente es donde se guarda paco, pero todavía no sé sabe exactamente si es.

Ese mismo día, detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes y de la comisaría 3ª de Florencio Varela encontraron a García escondido en la casa de una mujer que había sido su pareja y lo detuvieron.

En 2014, el Tribunal en lo Criminal N°4 del Departamento Judicial de Quilmes, integrado por los jueces Andrea Calaza, Alberto Ojeda y Mario Caputo, resolvió por unanimidad que García fue el autor de un robo cometido el 30 de mayo del 2011. Al imputado de asesinar a Medina se le impuso fijar un domicilio y quedar bajo custodia del patronato de liberados zonal. Según confiaron fuentes judiciales a este diario, García en ese expediente declaró que era mecánico.

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