Los jueces que integran el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 dispuso la pena de prisión perpetua para un hombre acusado de estrangular y arrojar al vacío a una estudiante de psicología de 28 años. El homicida había conocido poco antes a su víctima e intentó robar sus pertenencias junto a una cómplice, que en el mismo fallo fue condenada a siete años de cárcel.

Bernardo Luis Baraj permanecía detenido desde el 2 de marzo de 2020, cuando vecinos advirtieron la caída de un cuerpo sobre la visera de un edificio de calle Salta y Luro. La policía encontró al sospechoso dentro del departamento del séptimo piso donde vivía la víctima, Jordana Rivero.

Paola Rojas, considerada coautora, también fue observada frente al mismo edificio cuando volvía de intentar el retiro de dinero con las tarjetas de débito que le habían sustraído a Rivero. Huyó al ver el despliegue policial y fue capturada tiempo después.

Para los jueces Alexis Simaz, Néstor Conti y Roberto Falcone, las pruebas logradas durante la investigación permitieron confirmar que Baraj fue responsable de homicidio doblemente agravado por violencia de género y por tratar de ocultar otro delito, que era el robo. A Rojas la consideraron culpable por robo agravado y privación ilegal de la libertad, ya que no estaba presente cuando Rivero fue asesinada.

El caso se esclareció rápido ya que la policía acudió pronto al lugar del hecho y encontró al femicida en el interior del departamento, que estaba cerrado por dentro.

Se pudo determinar que Baraj y Rojas conocieron a Rivero en una sala de bingo de la zona céntrica. Allí tuvieron un acercamiento y la víctima los habría invitado a pasar por su departamento. Allí la redujeron y golpearon.

Los peritos que trabajaron en el caso determinaron que al momento de su muerte, provocada por los golpes sufridos, Rivero ya estaba inconsciente producto de una brutal golpiza previa y un intento de estrangulamiento. Se presume que el asesino intentó simular un suicidio.

Rojas recién fue capturada seis meses después del hecho. Se la procesó por el robo a Rivero y recibió una condena a siete años de cárcel. En el juicio de hoy, por su complicidad con Baraj y en virtud de una condena previa, se unificó la pena en 9 años de prisión.

Ni Baraj ni Rojas asistieron a la audiencia donde se leyó el fallo del tribunal. Ambos permanecen alojados en unidades penales de Batán.