Un joven de 26 años que fue detenido por el femicidio de su pareja, una mujer de 32 años, intentó desviar la investigación del crimen al sostener que los autores del homicidio habían sido dos sicarios que dispararon cuando circulaban en moto. Intentó simular que el móvil había sido un ajuste de cuentas.

El cadáver fue hallado en la puerta de la casa de la víctima, situada en el barrio Marqués Anexo de la ciudad de Córdoba. El aviso al Servicio de Emergencia llegó a las 6 de hoy y cuando llegó la ambulancia, Leonela Moyano ya estaba muerta.

La víctima tenía un balazo en el tórax. Su pareja, Ángel Sosa, de 26 años, estaba en el lugar y dio la versión de que los asesinos dispararon desde una moto.

Sosa tiene antecedentes penales por robo y, en sus primeras afirmaciones, contó que le habían disparado a su novia por “una bronca carcelaria”. El barrio es una zona complicada donde abundan los crímenes relacionados con drogas y los ajustes de cuenta.

Sin embargo, los vecinos afirmaron no haber visto pasar a ninguna moto en el momento del crimen.

Además, en la casa donde vivía la víctima encontraron una vaina servida y manchas de sangre que habían intentado ser borradas.

Por las pruebas recogidas por los investigadores, Moyano fue asesinada dentro de la casa y después retirada a la vereda.

El fiscal Violencia Familiar de feria, Cristian Griffi ordenó la detención de Sosa y lo acusó de homicidio agravado por el vínculo y por violencia de género.

Sosa registraba un pedido de captura por robo calificado por uso de arma de fuego y encubrimiento por un hecho ocurrido en 2015.