Una joven de 25 años murió tras caer 10 pisos por el hueco del ascensor. La tragedia se produjo durante la madrugada del domingo, cuando la mujer se dirigía a recibir a una invitada en un edificio del centro de la ciudad balnearia.

Según fuentes de la investigación, el hecho se registró en un inmueble situado en la calle Constitución, entre Del Libertador y Simbad, poco después de las 4, en el contexto de una reunión familiar. Fue entonces cuando la mujer, identificada como Alicia Sánchez, salió para abrirle la puerta a alguien.

Tras unos minutos de espera, la persona que estaba en la calle insistió con el timbre. Fue entonces cuando el resto de los asistentes a la reunión advirtieron la situación anómala y salieron a buscar a la joven. Así advirtieron que estaba muerta en el pozo del hueco del ascensor, diez pisos más abajo.

El cuerpo fue rescatado por los Bomberos Voluntarios, que trabajaron en el domicilio junto con personal de la Policía Local.

Aunque todavía se deben realizar peritajes para esclarecer los detalles del incidente, se especula que Sánchez abrió la primera puerta del ascensor (del tipo “tijera”) y dio un paso adelante sin advertir que la cabina del ascensor no estaba al nivel del piso y cayó al vacío a través del hueco.

“Hasta el momento, y si bien no se descartan otras premisas, la principal hipótesis es que podría tratarse de un homicidio culposo si se corroborara que hubo una falla en el ascensor, ya sea en la cerradura de la puerta o en el circuito eléctrico”, explicó el funcionario judicial. El fiscal solicitó que un ingeniero realice peritajes sobre el funcionamiento del elevador. La puerta del ascensor en cuestión es de chapa plegadiza.

Se descartó hasta ahora que Paredes Sánchez pudiera haber sido víctima de un homicidio previo a la caída porque, según determinó la autopsia, las lesiones que tiene el cuerpo de la joven son compatibles con el impacto.

No obstante, los especialistas deberán determinar cuáles fueron las causas por las que se produjo el siniestro y constatar las condiciones técnicas del ascensor y los controles respectivos. El fiscal Juan Pablo Calderón, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº4 de Pinamar, quedó a cargo de la investigación.

La víctima tenía una hija de cuatro años y vivía en la vecina localidad de Ostende, y se encontraba ocasionalmente en Pinamar, donde vive el resto de su familia. Había estudiado la carrera de Martillero y Corredor Público en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).