Un hombre de la comunidad gitana fue detenido como acusado de extorsionar a una mujer de la localidad bonaerense de San Isidro que pagó 38 mil dólares de rescate por el secuestro "virtual" de su hija y su nieta, que nunca estuvieron cautivas, informaron fuentes policiales.

El acusado, identificado por la Policía como Jonathan Cristian Svanovek (39), fue apresado el jueves último cuando circulaba a bordo Citroën Xsara color gris por la autopista General Paz, junto a su cuñado y rumbo a la localidad de Vicente López.

Según las fuentes, a la altura de Panamericana, el sospechoso fue localizado por el Centro de Monitoreo de Patentes Anillo Digital de la Policía de la Ciudad, por lo que se realizó un operativo en conjunto con la División Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro para detenerlo junto a su acompañante.

Tras ser aprehendidos los dos hombres que iban en el auto sospechoso, el fiscal Esteban Álvarez, del Área Correccional de la fiscalía de San Isidro, con el aval del Juzgado de Garantías 1 del mismo departamento judicial, libró tres órdenes de allanamientos para dar con otros posibles responsables de la extorsión.

Svanovek quedó imputado por el delito de extorsión.

La llamada

El pasado 8 de septiembre al mediodía, la víctima recibió el llamado de un hombre y de una mujer que le dijeron que tenían a su hija y nieta secuestradas.

“Abuela, abuela, dale lo que te piden(…) mamá está desmayada, nos acaban de asaltar, nos robaron todo (…) Los chicos están en otra parte, dales todo lo que te piden”, escuchó la mujer del otro lado del teléfono.

En ese momento, la víctima juntó cerca de 38 mil dólares en una bolsa y los depositó frente a su vivienda de la calle Don Bosco al 1800, del barrio Las Lomas de San Isidro.

La investigación, a cargo del Gabinete de Delitos Complejos de la DDI San Isidro, determinó que un hombre pasó a buscar el dinero y escapó a bordo de un Citroën Xsara color gris.

El hecho quedó registrado por una cámara de seguridad privada, por lo que los pesquisas comenzaron el trabajo para identificar el vehículo.

Según explicó un investigador, “del análisis de las comunicaciones ese día intentaron hacer el mismo "cuento del tío" a otras 15 personas”.

Además, se estableció que el rodado fue adquirido con una identidad falsa, añadieron las fuentes.