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41 años sin Laura Carlotto, 41años de historia que nos une a los Argentinos
Laura Carlotto quería ser profesora de historia, y la historia misma la eligió como protagonista. Para que ninguno de nosotros como pueblo Argentino volvamos a repetirla.
Guido Carlotto este fin de semana asi recordaba a su hermana
Laura fue secuestrada con su copañero en La Plata en Noviembre de 1977, estaba embarazada de dos meses y medio. Fue vista en el CCD La Cacha (en La Plata) por varios testigos. Se sabe que al mes del secuestro, el compañero fue asesinado, y a ella la dejaron vivir hasta tener su bebé que nació el 26 de junio en 1978. Para tenerlo fue desplazada al hospital militar central en Buenos Aires. Una vez que dio a luz, le quitaron inmediatamente el bebé y la regresaron sola a La Cacha.
UN EX DETENIDO DESAPARECIDO RECONOCIÓ QUE COMPARTIÓ CAUTIVERIO CON LAURA CARLOTTO. En un un reconocimiento fotográfico un ex detenido-desaparecido reconoció que estuvo en cautiverio con Laura Estela Carlotto.
Alberto Alfio Cavalie, un ex obrero domiciliado en la localidad bonaerense de Berazategui, declaró en el Juicio por la Verdad que realizo la Cámara Federal de La Plata.
Durante su testimonio, habló sobre su detención ilegal, y la de su amigo Rubén Barrientos, en el Batallón 601, la Cacha y la Comisaría Octava, lugares donde compartió celda con varias personas, entre ellas Laura Carlotto, a quien reconoció mediante una foto que le fue mostrada por el Tribunal.
Muy acongojado, explicó que por entonces tenía 19 años y fue torturado con picana en La Cacha, donde estuvo aproximadamente durante dos meses, desde diciembre de 1977.
Luego, expuso sobre su paso por la comisaría octava, y reconoció los croquis del establecimiento.
“Con la chica - Laura Carlotto- estuve al lado, cuando me fui de la comisaría ella siguió allí”, manifestó el testigo.
Además, le fueron mostradas otras fotografías de personas que pudieron haber estado con él en ese cautiverio y, con algunas dudas, creyó reconocer a Jorge Bonafini, hijo de la titular de Madres de Plaza de Mayo.
El secuestro de Cavalié se produjo a fines de 1977, y no pudo establecer el tiempo que transcurrió en cada lugar de detención: “Una noche subimos a un coche, sentados con la cabeza gacha con capucha y nos dejaron en una ruta. Un camionero me llevó hasta el Camino General Belgrano y de ahí fui caminando hasta mi casa”, contó.
“Pensaba que todo el mundo me seguía, tuve miedo durante mucho tiempo”, concluyó.
La última imagen que existe de Laura con vida, es una foto carnet en que se la ve con la despreocupación y la belleza propias de la juventud: la piel blanca y tersa, la mirada inocente, los ojos maquillados con delineador negro, bien marcados, para ir a alguna fiesta. Esa fue la foto que el subcomisario de la Comisaría de Isidro Casanova extendió a los padres de la chica, Estela y Guido, la noche del 25 de agosto de 1978, un momento antes de comunicarles con absoluta frialdad que su hija de 23 años había fallecido, en el marco de un supuesto “enfrentamiento” con la policía.
Estela sintió entonces que se volvía loca: la mente en blanco, un latigazo frío corriéndole por la columna. La necesidad de comprender qué le habían hecho a su hija, desaparecida nueve meses antes.
Un instante después, la furia, los gritos:
-¡Ustedes la asesinaron! ¿Por qué? ¡Canallas, criminales, cobardes!
El subcomisario no se inmutó, ante esa mujer deshecha por el dolor. Se limitó a decir que no sabía nada, que cumplía órdenes. Tenía la orden, además, de comunicarles que el cuerpo de Laura yacía afuera, desparramado sobre el piso sucio de una camioneta.
A partir de esa noche trágica, la vida de Estela de Carlotto cambiaría para siempre: si la desaparición de Laura la había llevado, de ser una madre temerosa a iniciar una búsqueda incansable, la confirmación de su muerte y el hecho de desconocer el destino del bebé que su hija llevaba en el vientre, la convertirían en la luchadora implacable, en el máximo referente de la lucha por los Derechos Humanos en la Argentina. Laura, a su modo, había parido a la nueva Estela. Y había intuido, como expresó a sus compañeros de cautiverio, que Estela jamás les perdonaría a los milicos lo que habían hecho.
Al igual que su padre, Laura fue secuestrada junto a su compañero en noviembre de 1977, en una confitería de la entonces Capital Federal. Tenía 23 años y estaba embarazada de dos meses y medio. Por ese entonces estudiaba Historia en la Universidad Nacional de La Plata y militaba en la Juventud Universitaria Peronista y en Montoneros. Sus amigos le decían "Rita". Fue llevada primero a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) y luego al centro clandestino de detención La Cacha, en La Plata. Su pareja, Chiquito, fue torturado y asesinado un mes después, frente a sus ojos.