Esta revisión tiene como fin dar una respuesta concreta a la exigencia del pago elevada por los acompañantes terapéuticos y cuidadores domiciliarios quienes,  en algunos de los casos, no perciben sus salarios correspondientes desde mayo.

Como es de público conocimiento la desidia en la administración y gestión de los recursos de más de 2,2 millones de afiliados y afiliadas al IOMA por parte del gobierno de Vidal, ha dejado en situación crítica a la obra social más importante de los bonaerenses. Sobre este tema, fuentes cercanas a las autoridades asumidas el pasado 13 de diciembre, señalaron que “se encontraron no sólo con problemas de gestión administrativos para resolver las urgencias, sino a la vez con una burocratización de los trámites que cada afiliado y afiliada debe realizar al momento de pedir una prestación”.

Según pudo saberse, la gestión de Homero Giles, se encontró con un grave estado económico y financiero de IOMA.  Las deudas acumuladas de meses a diciembre de 2019 asciende a $8000 millones y un faltante de $ 5000 millones que el Tesoro de la provincia de Buenos Aires de Vidal no envío. Esta situación implicó la imposibilidad de resolver de manera inmediata, como esperaban las nuevas autoridades, las urgencias en lo que respecta al pago de la deuda acumulada a prestadores en 2019, entre los cuales se encuentran los 15 mil acompañantes terapéuticos y los cuidadores domiciliarios.

Desde el primer momento de asumido Giles al frente de la obra social se ha estado pagando deudas de más de ocho meses a estos prestadores, pero debido a la mala administración de Vidal muchas de esas facturas se encuentran en proceso administrativo de auditoría en las delegaciones que IOMA tiene distribuidas en las jurisdicciones de la provincia.

En el caso de los pagos mediante presentación de facturas que han llegado a la central de IOMA ubicada en La Plata, la gestión de Giles ha puesto equipos técnicos  administrativos exclusivamente para la atención urgente de estos trámites para resolver dentro del mes de enero del corriente, esta situación de no pago que afecta a los acompañantes terapéuticos y cuidadores domiciliarios. Las autoridades confían en que dentro de este plazo la deuda de la obra social con estos prestadores estaría saldada.