El intendente denunció búnkeres donde presuntamente se venden drogas en nuestra ciudad. Afirma que lo hizo para proteger las identidades de los vecinos que han señalado estos sitios a la municipalidad pero no se atreven a denunciar por temor a represalias de los narcotraficantes. La medida, con muy pocos antecedentes, indica a la fiscalía 28 lugares distribuidos en diferentes puntos de la Ciudad. La inseguridad se mete así en el tapete de los temas de la semana instalado ni más ni menos que por el propio Julio Garro.

El problema no es nuevo en la Ciudad pero sí incrementado en los últimos años con gran velocidad. No hay reunión de foros vecinales en los que la inseguridad no aparezca directamente vinculada con el extendido narcomenudeo y con la compleja situación de ese sector de los menores que está vinculado al delito y que viene siendo motivo de episodios violentos en los centros comerciales como en los barrios.

Sin aportar demasiada novedad a los vecinos que padecen la venta de drogas cerca de sus hogares pero sí una definición de hacia dónde apuntarán las políticas de inseguridad, desde la alianza Cambiemos a nivel nacional y provincial vienen advirtiendo sobre la necesidad de desbaratar estos nichos instalados, sobre todo, en los distritos del Conurbano y también en La Plata, donde los casos de inseguridad no hacen más que crecer en número y también en el vigor de la violencia ejercida sobre las víctimas. El vínculo entre el crecimiento de la venta de estupefacientes y los casos de robo calificado es más que conocido.

La denuncia de Garro también va en sintonía con el inicio de un año en el que el Intendente quiere priorizar la cercanía con los ciudadanos. Sin esquivar ya las definiciones sobre sus planes de reelección, buscará enfocarse en las obras hidráulicas que María Eugenia Vidal prometió terminar antes de mediados de año, que incluyen el hormigonado del arroyo El Gato y los derivadores de las avenidas 131 y 143 de Los Hornos para paliar la acumulación de agua de lluvia y permitir su rápido drenaje. En esa línea se los vio a ambos el miércoles, al recorrer juntos los obradores del proyecto. No obstante, Garro repite sin cesar que “no hay obra que pueda parar una lluvia como la de 2013” y se ataja al hacer hincapié en que “los platenses debemos concientizarnos de que vivimos en una ciudad inundable”.

Ya decidido a armar un plan donde el foco también esté en replicar medidas del gobierno provincial sobre la calidad institucional y la convivencia ciudadana, el plan de Garro para avanzar por un segundo mandato no cuenta hoy con un adversario definido en el arco opositor, mientras el peronismo local espera el devenir de lo que fue la muestra de “intenciones de unidad” del jueves pasado de sus dirigentes nacionales. Es que, como viene siendo muestra en las últimas veces en La Plata, la tracción de los votos de la elección nacional incide directamente en los sufragios de la categoría local, una experiencia que ni en Cambiemos ni en la oposición olvidan a la hora de esbozar los múltiples posibles armados que puedan surgir el año que viene a nivel provincial.

Mientras tanto, la mirada del PJ tanto como la de 1País se enfocan en los servicios públicos, principalmente el de ABSA, así como en la repercusión que para los platenses tiene el revalúo inmobiliario tendrá en ese impuesto y en otros que, al igual que los servicios, aumentaron recientemente.